Aquí es donde llegamos al meollo de la cuestión, a nuestro ADN y a nuestra visión de lo que debe ser el freeride. Los Supreme son nuestros esquís más grandes, los que nos gusta tener para los mejores días de la temporada con sus 118 mm en el patín.
Lo más sorprendente de esta gran arma del freeride es su perfecto equilibrio entre rigidez lateral y tolerancia a la deformación frontal. Esto los convierte en unos Fat Gun fáciles de pilotar que, sin embargo, son agresivos cuando las condiciones lo exigen. Y así es como vemos esta práctica, los esquís deben ser ante todo una herramienta eficaz, pero cuyo objetivo final siga siendo el placer y la diversión.
En cuanto a la fabricación, es un clásico que funciona a las mil maravillas, núcleo de álamo, láminas de fibra de vidrio, estructura en sándwich y cantos rectos, todos los conceptos comprobados cuya eficacia nunca fallará. En cuanto a los rockers, estamos bien servidos con una espátula de 430 mm y una cola de 400 mm, lo que hace que estos esquís tengan una gran flotabilidad.
La cosmética limpia y sencilla añade un toque de elegancia sencilla a su exclusivo programa y ambas versiones son francamente preciosas.
En pocas palabras, nuestros Supreme son unos esquís de freeride grandes, divertidos, ligeros y eficientes que se pueden utilizar para diferentes tipos de esquí.